Siempre desde hace tres o cuatro años por alguna razón me acabo leyendo las rimas de Bécquer, no por obligación si no por gusto, quizás la primera vez que lo leí no lo entendí aunque aun así me gusto y puede que las demás veces que lo leyera tampoco me enterara de mucho, pero ayer volví a empezarlo y me he dado cuenta de que ya comprendo casi completamente todo, por no decir todo lo que dice en sus poemas y si antes me gustaba ahora me fascina aun mucho mas.
Voy a aprovechar para poner ahora uno de sus poemas que ahora que he vuelto a leerme el libro me he dado cuanta que describe lo que siento en este momento.
XI
-Yo soy ardiente, yo soy morena,
yo soy el símbolo de la pasión,
de ansias de goces mi alma está llena.
¿A mí me buscas?
-No es a ti, no.
-Mi frente es pálida, mis trenzas de oro;
puedo brindarte dichas sin fin.
Yo de ternura guardo un tesoro.
¿A mí me llamas?
-No; no es a ti.
-Yo soy un sueño, un imposible,
vano fantasma de niebla y luz.
Soy incorpórea, soy intangible;
no puedo amarte
-¡Oh, ven; ven tú!